
hay un escritor e ilustrador maravilloso, (IG: Manuel del Barrio), que hace dibujos de él de niño. le da voz a alguien que ya no existe, o sí. «seguiré dejando hablar a ese niño que hay escondido», me ha dicho. y hace bien. nunca deberíamos perder al niño que llevamos dentro. en mi caso… bueno, me estoy habitando, digamos. pero sus dibujos me han llevado a pensar en qué le diría a mi yo de niña, a aquella niñita rubia de ojos verdes que se pasaba los recreos sola por ser diferente. me ha dado por pensar qué consejos le daría, de qué le avisaría. y esto es lo que ha salido:
- le diría que pensase más con la cabeza que con el corazón
- dile a ama todos los días que la quieres y quiérela mucho y bien
- que no mirase tanto a la oscuridad
- que no le diese mucha importancia a esos momentos en los que llega a casa y llora desconsoladamente; que llorase, simplemente, que se vaciase y siguiese hacia delante
- que está bien estar triste y expresarlo
- que se abriese un poco más, que no tuviese miedo a sentir, que no lo escondiese
- que tenemos derecho a ser débiles
- que el amor, aunque duela, aunque no sea correspondido, es probablemente lo más maravilloso del mundo
- que está bien no querer hijos y/o cambiar de idea si llega la persona adecuada
- que se quiera más, que no deje que los demás minen su existencia
- que el corazón se rompe
- y que se recompone, sí, pero que duele a morir querer vivir
- que la vida le va a dar hostias, pero que de todo se aprende; pero nunca pongas la otra mejilla
- abraza mucho a amama
- que quizás sea cierto que lo que la vida te da, la vida te quita; y que quizás podamos revertir la tendencia: lo que la vida te quita, la vida te da
- que está bien si no te quieren; está bien, Ainize, de verdad que sí
- que a veces las familias, tus amigos, se crean cuando tienes treinta años; que a veces hay que esperar mucho tiempo para saber dónde está casa
- que siempre hay una, siempre hay un hogar, incluso cuando somos incendio
- que serás incendio, Ainize, que arderás más de lo que te gustaría, que buscarás la paz y también la guerra, y que las heridas a veces cierran y otras no; y que todo está bien
- que se refugie en los libros, que serán su salvación; lee más, no seas tonta y lee más, serás feliz
- que existe la alegría, de verdad que sí
- que no podemos vivir con miedo pero que lo necesitamos para vivir, curiosamente
- intenta buscar siempre la luz, que la hay; busca en tus grietas, araña; hay
- que será feliz, que vivirá muchos momentos felices, por eso has de intentar no olvidarlos, quedarte con lo bueno, coger mucho aire cuando te sepas feliz y contener el aliento para cuando te haga falta; y te hará falta, Ainize, pero llegará el momento en que puedas volver a coger aire «para por si acaso»
- que deseará cambiar muchas cosas, no haber tomado ciertas decisiones, no haber dejado pasar ciertas oportunidades, pero que siempre estamos a tiempo de arreglarlo
- (y que a veces sólo se trata de entender la vida y entender que las cosas, siempre, pasan por algo; que si ha de ser, será, y si no ha de ser, por algo será también)
- que estamos aquí para arder, un momentito solo, y que más vale que hagamos todo lo posible para no vivir de puntillas
- que tu futuro, Ainize, está donde tú quieras que esté
- que seas feliz, maldita sea, intenta ser feliz
- y que seas valiente: di lo que sientes, díselo, y, si te dejan, vívelo, vívela
- vívete
- y aprende a perdonarte, aprende a no ser tu mayor enemigo
- y que todo es eterno, eterno mientras dura
🙂 maravilloso